Hoy en día es muy común escuchar a más de una persona decir:
“Doctor, me dolía la garganta pero me tomé una Amoxicilina,” “doctor, hace tres
días tuve fiebre pero se me quitó con 2 Tetraciclinas,” o “me tomé una Amoxacilina
al día durante tres días y me mejoré.” ¡ERROR!
que error más lamentable el que están cometiendo estas personas (seguro no es
su caso) no tienen idea del enorme daño que le están ocasionando a su organismo.
Se conoce como resistencia antibiótica y es la capacidad de
un microorganismo para resistir los efectos de un antibiótico. Esta capacidad
del microorganismo puede ser por factores propios como el desarrollo de
mutaciones genéticas que se desarrollan y que se traspasan a sus generaciones,
las cuales sin dudar serán superbacterias! Y factores ajenos al microorganismo
como el uso de antibióticos de amplio espectro de manera incorrecta. Esto es en
una dosis inadecuada, un diagnostico erróneo y así mismo prescripción inadecuada.
De esta manera, se adquiere esta resistencia y como consecuencia de este abuso,
en la siguiente infección que usted tenga, ya no servirá de nada tratarlo con
dicho antibiótico y será necesario adecuar una terapia más potente y así
sucesivamente creamos más resistencia hasta que en algún momento no tendremos
opciones para controlar sus infecciones.
Fíjese usted, en la década de los 80’s la Amoxacilina fue el
“BUM” en alternativa terapéutica para infecciones; hoy en día, la venden hasta
en pulperías y la gente la toma como confite provocando un daño irreversible. Ahora
hacemos uso de nuevas terapias, más fuertes, las cuales nos vemos obligados a
usarlas debido a que ya no nos da resultado un manejo más simple.
Hasta la próxima, y recuerde que cualquier pregunta, es una
BUENA pregunta.
Dr. Lenin Padilla
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